Desprogramando la amígdala cerebral

La neurociencia es, por mucho, la rama más excitante de la ciencia, porque el cerebro es el objeto más fascinante del universo. Cada cerebro humano es diferente, el cerebro hace a cada ser humano único y define quién es”.

Stanley B. Prusiner (Premio Nobel de Medicina, 1997)

Hackeando el código del miedo

Nuestras amígdalas son el núcleo del cerebro límbico, encargado de detectar amenazas y activar el eje del estrés (lucha o huida) desde el hipotálamo. Por su lado, tiene inervaciones top/down, donde las más rápidas, como siempre, son las down para la activación de los mecanismos de acción, pero también tienen acceso al córtex prefrontal, para tomar decisiones acerca de la acción a ejecutar.

Programación erronea del núcleo

Este núcleo ha sido programado en esta sociedad, básicamente para que tengas miedo y quedes paralizado o huyas de lo que te amenaza.

Desde pequeños nuestros padres y la sociedad en general nos enseñan a tener miedo y a no defendernos. A evitar la confrontación y aceptar la agresión ajena como una injusticia con la esperanza de que sea “el otro” quien cambie a mejor, si somos nosotros más empáticos y suaves.

Si bien, esta “almendra” tiene las dos opciones: luchar (ira, rabia, agresividad) y huida (correr, esconderse), hemos desactivado la supuestamente “machista y violenta” para hiperactivar la del temor-huida.

La mayoría tenemos codificado el sentimiento del temor, esas sensaciones de temblor, frío interno e inquietud en las tripas, ese bajón de la sangre de la cabeza a las temblequeantes piernas, como algo horroroso y nos impulsa a huir, pero estas mismas sensaciones puedes interpretarlas de otra forma: un alarido de fuerza y fiereza, una sensación que te lleva a la alerta total, a la lucha y de ahí, al poder.

Por otro lado, la amígdala comunica hacia arriba (top) con el hipocampo, donde va guardando memorias de aquellos escenarios amenazantes y superiores a tu capacidad de adaptación (eso es lo que consigue la huída), que la amígdala guarda como situaciones que hay que evitar. Esto da origen a multitud de escenarios donde nos vemos acobardados (no adaptados), que amenazan nuestra vida y que conviene no transitar.

En el camino Top de nuestros núcleos más profundos hacia el córtex cerebral y la conciencia, todos los elementos superiores se ponen a trabajar para los inferiores, de manera que el humano trabaja para el cerebro animal acobardado, usando los lóbulos prefrontales para crear estrategias de evitación, usando la imaginación para evocar las memorias guardadas en el hipocampo, en una neurosis paranoide, rumiando constantemente aquello que tememos, en esa dualidad de la víctima: miedo-rabia no expresada, que acaba por convertirse en algo muy tóxico.

Imagina por un momento hacerte más grande ante una amenaza que consideras más fuerte que tú. Y en vez de reaccionar como un ratón, reaccionar como una gata ante un perro, bufando, levantando el lomo y emitiendo un alarido tenebroso…también esa es la respuesta de la amígdala cerebral.

El cambio de paradigma: de huir a luchar

Una vez “hackeada” la amígdala cerebral, una gran cantidad de información puede ser eliminada y transformada en el hipocampo, cambiando las imágenes donde te veías acobardado y pequeño, para convertirlas ahora en imágenes de “escenarios superados”, retadores, que te estimulan a crecer y agigantarte…

Toda la irrupción y gasto de energia que el miedo provocaba en tu cerebro, con todo el uso de tu sistema para crear estrategias de evitación se convierten ahora en espacio y energía disponible para “conquistar tu entorno”, antes hostil y ahora retador.

Tu percepción cambia completamente y ahora ves el mundo como un “campo de caza y pruebas”, diseñado para estimular tu capacidad ilimitada de adaptación, mutación y crecimiento, con lo que la “antigua zona de confort” de la mente de ratón, deja de parecerte interesante y surge la necesidad de “salir al mundo” a explorarlo y explorar tus potencialidades.

Este contenido forma parte del curso Neurohacking, creado por Pablo Fernández del Campo.

5 comentarios en “Desprogramando la amígdala cerebral

  • el febrero 3, 2021 a las 8:18 pm
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    Me enteré de esto a partir de eun curso que comencé esta semana de mindfules y quisiera saber más para desbloquear situaciones bloqueadas de mucho tiempo que me afecta en lo corporal, social, formas de relación, desconfianza al engaño y abandono de persomas del sexo opuesto colo me pasó con el padre de mis hijas

  • el febrero 4, 2021 a las 9:52 am
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    Hola buenos días,
    efectivamente para el tema que tú me comentas existe una fórmula muy efectiva para desbloquear todas esas emociones y eso es la técnica del neurotaping o técnicas de liberación emocional, dónde se puede resolver traumas profundos sin dolor de una forma bastante sencilla y autónoma. Si entras en el aula verás que ahora el curso del nivel 1 qué es donde podrías ya resolver este problema está en oferta y puedes ya por ti misma aprenderlo aplicarlo y obtener un gran resultado no obstante si quieres mi acompañamiento personal en el proceso entonces sería el precio original que marca la web. Por cierto cómo llegaste a esta página y con quién estás haciendo el curso de Mindfulness?
    Un saludo
    Pablo Fernández del Campo
    Director de mentesinlímites

  • el febrero 13, 2021 a las 7:17 pm
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    Buenas tardes Pablo. Lo que tu haces es DNRS…?. Tengo un problema de fatiga crónica, algunos dicen que como la fibromialgia, es un síndrome de sensibilidad central, donde la amígdalas se activa fácilmente. PIENSAS que tu curso podría ser me de utilidad?.gracias

  • el febrero 19, 2021 a las 4:40 pm
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    Pues lo dicho, la técnica de Neurotapping es la especificada para tus problemas, ya que va a los anclajes emocionales en el cuerpo, o sea, a las memorias que se quedan fijas como un flash en el cuerpo, liberando la carga negativa y haciendo asi mas facil afrontarlo y cambiarlo, afectando a tu autoestima y confianza de una forma maravillosa…pruebalo, lo tenemos en oferta muy economico y no pìerdes nada con ello. Tambien ofrecemos tratamientos individuales.

  • el febrero 22, 2021 a las 11:40 am
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    Sin duda alguna Charo, tanto el primer nivel de EFT como el segundo te vendrían muy bien para ese problema. En tu caso hay una activación crónica del eje del estrés que finalmente ha hecho claudicar a tu sistema que te mantiene en “cansancio crónico” como forma de autoprotección, para desactivar la simpaticotonía con el otro eje, el de la relajación o para simpaticotonía. El dolor crónico es también una forma de “exudación” de esa toxicidad nerviosa, una hipersensibilidad al dolor emocional acumulado. Tienes que resolver el origen emocional de tu tensión nerviosa crónica y para ello el EFT (neuortapping) es la mejor herramienta sin duda. Te animo a ello.

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